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Reclutar Saberes para desarrollar Ciencia

Por: EDUCREAR  |  Martes 4 de Octubre de 2022

En la Universidad Nacional de San Martín se construye un equipo que medirá de manera automática y constante el crecimiento de bacterias, un avance importante para la ciencia en nuestro país.

 



Alfonso Soler y Pedro Martínez Viademonte se conocieron en un asado. Allí, charlaron sobre diversos temas, pero uno muy importante fue el trabajo que realizan dentro de la Universidad Nacional de San Martín, uno como líder de investigación en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas la Escuela de Bio y Nanotecnologías (UNSAM) y el otro, como estudiante de Ingeniería Biomédica de la Escuela de Ciencia y Tecnología (UNSAM).

La relación fue tan fructífera que Soler invitó a Martínez Viademonte a conocer las instalaciones dónde experimentaban y los equipos que utilizaban. En esta oportunidad le comentó la necesidad que tenía el equipo que lideraba: poseer un grupo de producción local que pudiera medir de forma automática los procesos de crecimiento de bacterias y así ahorrarles horas de trabajo y generar mediciones más confiables.

A todo esto, ¿de qué se ocupan los microbiólogos? Su tarea es estudiar las bacterias de rápida reproducción: algunas pueden hacerlo en solo minutos mientras que otras pueden tardar meses u años. Para realizar este procedimiento necesitan aparatos especializados y ultrasensibles.



El equipo que lidera el especialista en Genómica Bacteriana y Biológica Sintética, Alfonso Soler, se dedica a estudiar la velocidad de la división bacteriana para, por ejemplo, desarrollar una vacuna contra el cólera o acelerar la producción de soja. 

A partir de la modificación de su genoma con tijeras moleculares de precisión, buscan reprogramar el crecimiento de las bacterias y medir cómo esta alteración afecta su comportamiento.

“La forma más sencilla de estudiar los fenotipos es tomar regularmente una cuota de cultivo bacteriano (una especie de caldo donde se ponen bacterias en suspensión para que se repliquen) para ver cuán turbio se encuentra o determinar cuántas bacterias crecen allí mediante plaqueo, una técnica microbiológica clásica”, explica Alfonso Soler.



La mayor dificultad radicaba en que los instrumentos con los que contaban, implicaban que utilizaran todo en los mismos tubos o frascos pudiendo contaminarse, perdiendo tiempo y teniendo que medir en momentos inconvenientes. “Necesitábamos un instrumento que nos permitiera hacerlo de forma automática”, agrega.

Para mejorar las capacidades que poseen es que se contactaron con Pedro. El estudiante de la ingeniería Biomédica de la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT_UNSAM) se encuentra construyendo un equipo que utiliza hardware libre y código abierto, lo que permite su adaptación a necesidades específicas. En Reino Unido se desarrolló un modelo, por el que se basó Pedro gracias a que le compartieron los
planos.

“Hay muchas mejoras que se pueden realizar, pero nos queríamos enfocar en que el mismo producto se lo puede modificar de diferentes maneras para que pueda entrar en diversos aparatos”, sostiene Pedro Martínez Viademonte, estudiante de Ingeniería 

Martínez Viademonte está ajustando este Microbemeter mediante impresiones 3D. Este equipo cuenta con fotodiodos, sensores que miden constantemente la turbidez de la muestra en diferentes tubos, y con una conexión bluetooth, lo que genera la automatización del proceso y la posibilidad de hacer una consulta remota de lo que va sucediendo con las muestras.



La dificultad para los microbiólogos se planteaba en contar con habilidades en ingeniería: interpretar un circuito, ensamblarlo, crear el programa de comunicación para ver la medición en computadoras. Allí es donde Pedro, junto con el Becario Doctoral Ian Medici y la Ingeniera Agrónoma Fabiana Fulgenzi, también docente de la EByN. Lo asesoraron para la calibración exacta de la herramienta, entra en acción para aunar fuerzas y conocimientos en la posibilidad de mejorar los proyectos científicos que se realizan en muchas de las Universidades Nacionales a lo largo y ancho del país.

“Es importante que el sector académico genere preguntas y haga solicitud de diseño para que los ingenieros puedan confeccionar diferentes aparatos útiles para resaltar los proyectos que se realizan. La diferencia está en reclutar diferentes trayectorias académicas en virtud de generar una sinergia que aporte un diferencial a la hora de investigar”, sostiene Alfonso Soler, líder de un equipo de investigación en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas la Escuela de Bio y Nanotecnologías (IIB_EByN_UNSAM).

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