Surgida hace 27 años a partir de la preocupación por el crecimiento del consumo de alcohol y drogas ilícitas entre adolescentes, la
Fundación Anpuy promueve el derecho a la educación. Desde este punto de partida implementaron programas para formar docentes y desarrollar habilidades en los estudiantes que les permitan escapar de esta problemática.
Cuando empezaron a ver la realidad de cientos de alumnos decidieron enfocar su trabajo desde un abordaje personalizado e integral para un acceso igualitario a la educación.
Ubicados en Salta, en el norte argentino, sostienen que la movilidad socioeconómica está dada a partir de la educación. Desde sus programas de acompañamiento y padrinazgo logran establecerse como una opción real para que los alumnos puedan terminar sus estudios.
“Una educación de calidad abre puertas y ofrece oportunidades de crecimiento, que de otra manera serían inalcanzables para quienes vienen de entornos socioeconómicos desfavorecidos. Además, contar con información ayuda a tomar decisiones acertadas y conscientes sobre la salud”, detalla
Valeria Scannone, Directora Ejecutiva de la Fundación.
El trabajo que realizan se apoya en tres pilares:
-Equidad: Garantiza justicia e igualdad de oportunidades. Este valor asegura condiciones de vida, de educación y de trabajo dignas e igualitarias para todas las personas.
-Solidaridad: Se expresa a través de la palabra “nosotros”. Una persona unida a otras compartiendo sus intereses y necesidades en un compromiso con el otro, con su dignidad, su libertad y su bienestar.
-Compromiso: Es la capacidad y voluntad para cumplir con lo propuesto, para nosotros mismos y para con los demás. Es el material con el que se forja el carácter para poder cambiar las cosas.
Más del 60% de niños/as y adolescentes en Salta viven en situación de pobreza. Por ello, diseñaron el Programa
“Yo También”, para promover el desarrollo emocional, social y cognoscitivo de las infancias. Así, los niños y adolescentes asisten todos los días a la sede de la Fundación para realizar actividades de apoyo escolar, recreativas, deportivas y culturales a partir de un abordaje personalizado.
“El apoyo económico ayuda a aliviar el estrés financiero del estudiante y le permite centrarse en sus estudios en lugar de preocuparse por trabajar para pagar sus gastos. En segundo lugar, la tutoría mensual les proporciona un apoyo adicional y personalizado para ayudarles a comprender los temas que se les dificultan y mejorar su desempeño académico. Las habilidades socioemocionales, como tercer factor, incluye la capacidad de gestionar emociones, resolver conflictos, colaborar, comunicarse eficazmente y tomar decisiones informadas”, nos explica
Macarena Patrón Costas,
Coordinadora del Programa “Futuros Egresados”.
Actualmente cuentan con 280 estudiantes de nivel primario, secundario y terciario/universitario de 9 localidades de la provincia de Salta. Además, articulan constantemente con 19 instituciones educativas junto con un equipo de 24 profesionales y 25 voluntarios.
También cuentan con el programa
“Futuros Egresados”, que acompaña a adolescentes en situación de vulnerabilidad socioeconómica para que adquieran su título secundario mediante becas y tutorías. También existe
“Proyecto Futuro”, que brinda una oferta formativa a jóvenes para insertarse en el campo laboral.
“Si bien mejoró el número de estudiantes escolarizados, sabemos que solamente 4 de cada 10 alumnos terminan la primaria a tiempo y con un nivel de aprendizaje aceptable en Lengua y Matemática. Los desafíos en cuanto al acceso a la educación, su calidad y la terminalidad educativa nos siguen interpelando”, concluye
Scannone.
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