El aprendizaje es un proceso diverso y complejo que implica diferentes formas de percibir, procesar, comprender y expresar la información. Sin embargo, muchas veces el sistema educativo no reconoce esta diversidad y ofrece una única manera de enseñar y aprender que no se adapta a las necesidades de cada estudiante.
Para hacer frente a esta problemática, surge en investigaciones de neurociencia cognitiva en la
Universidad de Harvard en la década de 90. Los investigadores
Anne Meyer, David Rose y su equipo del Proyecto de Accesibilidad Digital establecieron los principios y las pautas del
Diseño Universal de Aprendizaje basándose en los avances en el conocimiento del funcionamiento del cerebro y la diversidad de los estilos de aprendizaje.
Reconociendo que los estudiantes aprenden de diferentes maneras y necesitan opciones y flexibilidad para acceder al contenido, expresar lo que saben y participar en el proceso de aprendizaje.
El
Diseño Universal de Aprendizaje es, un enfoque educativo que busca hacer que el aprendizaje sea accesible y efectivo para todos los estudiantes, sin importar sus habilidades, capacidades o estilos de aprendizaje. Se basa en la idea de que no existe una única manera de enseñar o aprender que sea adecuada para todos los estudiantes, sino que se deben ofrecer opciones y flexibilidad para adaptarse a las diferencias y necesidades individuales.
Se enfoca especialmente en los niños, niñas y adolescentes con diferentes tipos de discapacidad y facilita su inclusión en el aula. Sin embargo, el DUA beneficia a todos los estudiantes, tengan o no discapacidad, y aumenta la motivación y el interés por aprender.
Tres principios fundamentales del Diseño Universal de Aprendizaje
• Proporcionar múltiples formas de representación del contenido de aprendizaje significa ofrecer a los estudiantes diferentes maneras de acceder a la información que se les quiere enseñar, teniendo en cuenta que cada uno tiene sus propias preferencias y capacidades perceptivas. Esto implica presentar la información en diferentes formatos y medios, como texto, imagen, audio, video, gráficos, mapas conceptuales, etc., para que los estudiantes puedan elegir el que más les convenga o combinarlos según sus necesidades. De esta forma, se facilita la comprensión y el recuerdo del contenido, se evita la sobrecarga cognitiva y se respeta la diversidad de los estilos de aprendizaje (texto, imagen, audio o video) para que los estudiantes puedan acceder a ella de la manera que mejor se adapte a sus necesidades.
• Ofrecer múltiples oportunidades para la acción y la expresión. Implica dar a los estudiantes diferentes opciones para mostrar lo que han aprendido y cómo aplican sus conocimientos y habilidades, utilizando diversos medios y formatos de expresión, como la escritura, el habla, el dibujo, la construcción o cualquier otra forma creativa. De esta forma, se respeta la diversidad de las capacidades y los intereses de los estudiantes, se estimula su pensamiento crítico y su creatividad, y se facilita la evaluación auténtica de su aprendizaje.
• Fomentar la participación y el compromiso de todos los estudiantes implica crear un ambiente de aprendizaje inclusivo y positivo que promueva la motivación, el interés y la participación de todos los estudiantes. Esto significa proporcionar diversas formas para que los estudiantes se involucren en el proceso de aprendizaje, tanto a nivel cognitivo como afectivo y social.
¿Cómo aplicar el Diseño Universal para el Aprendizaje en el aula?
El Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) es un enfoque que busca garantizar que todos los estudiantes puedan acceder y participar en el proceso educativo, respetando sus diferencias y necesidades.
Para aplicar el DUA en el aula, lo primero que hay que hacer es identificar qué queremos que los estudiantes aprendan con cada lección o actividad, y cuáles son los criterios de éxito. Luego, hay que analizar si hay algún factor que pueda dificultar el acceso al contenido o la demostración del aprendizaje por parte de algunos estudiantes, como por ejemplo, la falta de recursos, la diversidad lingüística o cultural, las dificultades de atención o comprensión.
A continuación, hay que diseñar e implementar estrategias para eliminar o reducir esas barreras, ofreciendo opciones y flexibilidad en la forma de presentar el contenido, de permitir que los estudiantes actúen y expresen lo que han aprendido, de motivarlos y comprometerlos con la tarea. Por ejemplo, se puede usar diferentes medios y formatos para representar el contenido (textos, imágenes, audios, videos, etc.), se puede dar opciones de respuesta (oral, escrita, gráfica.), se puede variar el nivel de dificultad o apoyo según las necesidades de cada estudiante, se puede ofrecer retroalimentación y orientación durante el proceso, se puede fomentar la colaboración y la autonomía, etc.
Finalmente, hay que evaluar el proceso y los resultados del aprendizaje, utilizando diferentes métodos e instrumentos que reflejen las opciones ofrecidas a los estudiantes. Por ejemplo, se puede usar rúbricas, portafolios, autoevaluaciones, coevaluaciones, etc.
Además, hay que reflexionar sobre las fortalezas y debilidades del diseño e implementación del DUA, y hacer los ajustes necesarios para mejorar.
El
Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) es un enfoque pedagógico que favorece la inclusión educativa y la atención a la diversidad del alumnado. Con el respaldo de diferentes organismos internacionales como
UNICEF -
UNESCO y marcos legales, propone una transformación de la educación que se adapta a las necesidades, intereses y preferencias de cada estudiante.
El Diseño Universal de Aprendizaje busca que todos los estudiantes puedan acceder al contenido, mostrar lo que saben y mantenerse motivados en el proceso de aprendizaje, garantizando así su derecho a una educación de calidad.
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