En
Argentina, la inserción laboral de las y los jóvenes continúa siendo uno de los principales desafíos sociales y educativos. Según el informe
Talento Joven y empresas: Oportunidades y Desafíos, realizado en 2024 por Junior Achievement Américas y ManpowerGroup en Latinoamérica, nueve de cada diez jóvenes declaran haber tenido dificultades para encontrar trabajo, y el 72% identifica la falta de experiencia como el principal obstáculo. En este contexto, los programas educativos que articulan formación escolar, habilidades emprendedoras y experiencias prácticas adquieren un rol estratégico dentro de las políticas públicas y las iniciativas de innovación pedagógica.
"Aprender a Emprender" es una de esas propuestas. Impulsado por
Junior Achievement, el programa se desarrolla en Argentina desde hace 34 años y se consolidó como una iniciativa educativa de alcance federal orientada a estudiantes del nivel secundario. Su propósito es acercar a las y los jóvenes al mundo emprendedor real, promoviendo aprendizajes significativos a través de proyectos concretos que integran saberes económicos, financieros, sociales y productivos.
La propuesta combina formación docente, acompañamiento pedagógico, actividades virtuales y encuentros presenciales, con el objetivo de que los estudiantes vivencien todas las etapas de un emprendimiento: desde la ideación hasta el cierre administrativo. De este modo, el aula se transforma en un espacio de experimentación donde el error, la toma de decisiones y el trabajo en equipo forman parte del proceso de aprendizaje.
Actores, alianzas y estrategia pedagógica
Durante 2025, Aprender a Emprender profundizó su alcance territorial y consolidó una red diversa de actores educativos y sociales. El programa llegó a 8.588 estudiantes, acompañados por 298 docentes de 296 escuelas en 23 provincias, con el apoyo de 150 voluntarios profesionales provenientes del sector empresarial y del ecosistema emprendedor.
La estrategia pedagógica se apoya en un enfoque de aprendizaje basado en la experiencia. A lo largo del año se desarrollaron seis ediciones presenciales en Mendoza, Salta, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, con la participación de más de 3.000 estudiantes y 170 docentes. Estos encuentros permitieron fortalecer el vínculo entre la escuela y el mundo del trabajo, generando espacios de intercambio con referentes del sector productivo y emprendedor.

Entre las instancias formativas se destacan las ruedas de capitalización, donde los equipos presentan sus proyectos ante inversores reales; las ferias provinciales de emprendimientos; las auditorías de proyectos; y una agenda sostenida de webinars y talleres. En estos espacios participaron referentes como Rodrigo Teijeiro (RecargaPay), Gonzalo Otálora (Go! StorySelling), Romina Verstraete (Quintino), Martín Monteverde (AGSolutions) y Agustín Graziano (Pampa Energía), aportando una mirada actualizada sobre el ecosistema emprendedor.
El recorrido se complementa con el Examen Internacional ESP, avalado por la OEA y la Comisión Europea, que certifica conocimientos y competencias emprendedoras. En 2025 se alcanzó un récord histórico, con 4.893 exámenes realizados y 4.162 estudiantes aprobados, y un promedio general de 76 sobre 100.
Resultados, impacto y sostenibilidad
Los resultados del programa reflejan tanto impacto educativo como apropiación por parte de las comunidades escolares. Durante 2025, los estudiantes desarrollaron 419 emprendimientos reales, atravesando todas las etapas de gestión: ideación, producción, ventas, marketing, liquidación y cierre administrativo. La tasa de egreso alcanzó el 97%, un indicador que da cuenta del alto nivel de compromiso de estudiantes y docentes.
La expansión federal fue uno de los hitos del año. Si bien la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires concentraron el 42% de los emprendimientos, provincias como Santa Fe, Córdoba y Mendoza superaron los 25 cursos activos, consolidando experiencias educativas con fuerte anclaje local y un crecimiento sostenido en escuelas técnicas.
Los emprendimientos se caracterizaron por su enfoque innovador, sostenible y territorial. Entre los casos destacados se encuentran Sedum (CABA), un emprendimiento estudiantil de jabones exfoliantes elaborados con materiales reciclados; Fénix Briquettes (Santiago del Estero), que produce briquetas a partir de residuos forestales y agrícolas; Ostraplac (Punta Alta), placas de revestimiento creadas con valvas de ostras invasoras; y Livia (Chubut), detergentes producidos a partir de aceite usado recuperado de comercios locales.
En la Patagonia, el emprendimiento Refugio Patagónico, desarrollado por estudiantes de Río Negro, representó una experiencia con fuerte anclaje territorial. Desde San Carlos de Bariloche, el proyecto elaboró un dip de topinambur acompañado de contenido audiovisual sobre la cultura local, con el objetivo de visibilizar la producción regional, fortalecer la economía de pequeños productores y abrir nuevos mercados para un alimento de bajo costo.
El impacto del programa también se refleja en la voz de los propios estudiantes.
“El programa me ayudó a conocer más mis habilidades y capacidades. Fue una motivación enorme para seguir aprendiendo”, comparte Tiziano Breczko, estudiante de Chubut y creador del emprendimiento Livia. En la misma línea,
Natalia Mabel Ramírez, estudiante de Chaco, señala: “Con esfuerzo, aprendizaje continuo y actitud positiva, es posible convertir una idea en algo concreto y valioso”.
Además, dos emprendimientos argentinos -
Lexia (CABA) y Refugio Patagónico (Río Negro) - representaron al país en el
Company of the Year (COY), la competencia regional más importante de
Junior Achievement Américas, realizada en 2025 en Río de Janeiro. Lexia desarrolló un cuaderno didáctico orientado al acompañamiento de personas con dislexia, mientras que Refugio Patagónico llevó una propuesta que combinó producción local, identidad cultural y comunicación audiovisual desde Bariloche hacia una instancia internacional.
Más allá de los resultados productivos, los datos del reporte de impacto muestran mejoras significativas en todas las dimensiones de la mentalidad emprendedora. La percepción de estar preparados para iniciar una empresa creció casi 30 puntos porcentuales, mientras que la capacidad de manejar situaciones imprevistas y la resiliencia frente a contratiempos aumentaron más de 13 puntos porcentuales.
Desde la mirada docente, el impacto también es visible.
“El programa se integra perfectamente con la currícula escolar. A lo largo del proceso, se nota cómo los estudiantes despliegan todo su potencial: crecen, se transforman y desarrollan habilidades que van mucho más allá del aula”, señala Marcelo Mayer, docente de CABA.
De cara a 2026,
Aprender a Emprender proyecta ampliar su llegada a nuevas escuelas, fortalecer la formación docente, enriquecer los recursos digitales y profundizar la vinculación con profesionales, empresas y experiencias reales del mundo del trabajo. En un contexto de transformación productiva y social, este tipo de programas educativos se consolidan como herramientas clave para promover la inclusión educativa, la innovación pedagógica y el desarrollo de proyectos de vida con impacto comunitario. Las escuelas interesadas ya pueden postularse para la próxima edición, que contará con becas completas para instituciones públicas y privadas con subvención.
Link de preinscripción 2026:
https://aprenderaemprender.org.ar/escuelas/?utm_source=prensa&utm_medium=educrear&utm_campaign=preinscripciones&utm_id=convocatoria
Otras notas de esta sección